bió para consolar a Julian, el hijo de John Lennon, después del divorcio de sus padres. La canción arranca con una estructura de verso-puente basada en la interpretación vocal y el acompañamiento al piano de McCartney, a los cuales, según progresa la canción, se van añadiendo detalles complementarios que distinguen sus distintas secciones. Después de la cuarta estrofa, cambia a un final o coda que se desarrolla durante más de cuatro minutos, hasta apagarse progresivamente. Con más de siete minutos de duración, fue en su tiempo la canción más larga de la historia en ocupar el Top 10 de las listas británicas de sencillos.3 También pasó nueve semanas como n.° 1 en Estados Unidos —el tiempo más largo que ha permanecido una canción de The Beatles en la parte superior de las listas estadounidenses—. El sencillo ha vendido aproximadamente ocho millones de copias y frecuentemente se incluye en las listas de las mejores canciones de todos los tiempos.